Una de las cuestiones que más nos ha preocupado cuando hacíamos el análisis de nuestra Universidad es el tema de la planificación. A veces los proyectos nos llegan de sopetón y no hay tiempo para nada, ni para pensar. Después de una serie de rumores y/o una información difusa, alguien toma una decisión y la maquinaria se pone en movimiento: el informático a hacer una aplicación, los centros a rellenar informes, los departamentos a poner en pie de guerra a sus miembros, etc..., Habitualmente, la coordinación de este proyecto la lleva un alto cargo que entra a saco en unidades, centros, vicerrectorados, etc. Todo se convierte en un frenesí de actividad, porque tenemos que cumplir con unos plazos improrrogables para llegar a tiempo.
En nuestra propuesta de gobierno, pensamos que los grandes proyectos y los grandes cambios deben estar planificados temporal, social, laboral y económicamente. Además, las personas tienen que estar puntualmente informadas de todo lo que tenga que ver con el desarrollo de las actuaciones en las que están involucradas. En nuestro programa decimos:
"es importante que antes de asumir y desplegar cualquier proyecto cuantifiquemos el gasto de su implantación y mantenimiento, sobre todo cuando haya que negociar con la Junta de Andalucía la cuantía de su financiación. Particular importancia tiene en este sentido la implantación de los nuevos grados, post-grados, master y doctorado, ya que al aceptar el cambio de modelo educativo, asumimos unos compromisos de calidad cuyo cumplimiento exige contar con una adecuada financiación".
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